Frente a las hipotecas agobiantes a las que se han tenido que enfrentar gran número de compradores, la tendencia del sector inmobiliario en nuestro país está cambiando. Ahora se apuesta cada vez más por el alquiler, el pago de una mensualidad que se ajuste a las posibilidades de cada inquilino.
Esta demanda ha hecho que los propietarios se vuelvan más selectivos con sus inquilinos, exigiendo unas garantías mínimas que aseguren el pago de las mensualidades. Entre otras opciones que han desbancado en parte a los avales bancarios, se encuentra el seguro impago de alquiler. Esta modalidad no implica ningún gasto por parte del arrendatario, y al propietario le proporciona una gran seguridad.
¿Por qué contratar un seguro de impago de alquiler?
- Actúa como filtro con el inquilino. Esto significa que la compañía aseguradora requerirá unos requisitos mínimos al inquilino para aceptar el riesgo. Normalmente la documentación a presentar son las últimas nóminas, contrato de trabajo, así como declaración de la última renta.
- Garantizan las rentas de alquiler, que suelen rondar los 12 meses, desde el primer impago.
- Cubre los daños materiales que el inquilino haya podido ocasionar en el piso.
- Defensa jurídica por parte de un equipo de abogados, encargados de resolver las diferencias con el inquilino, haciéndose cargo del desahucio si llegara el caso.
